Sentir es necesario.

Todos sabemos perfectamente, que nuestro miedo existe y que lo ocultamos con tal de no parecer débiles.

Todos admitimos en nuestra soledad más profunda, que sentimos y que necesitamos amar, que nuestra vida sin sentimientos, no tendría ningún sentido.

Todos nosotros, comprendemos que nuestra felicidad la tenemos que ganar, incluso podríamos asegurar, que la pagamos y a un precio muy alto. Pero la necesitamos, por eso estamos dispuestos a todo, con tal de conseguirlo.

Recibimos la alegría con los brazos abiertos, porque no nos gusta sufrir, y sin embargo, cuando llega la tristeza intentamos ocultarla. ¿Por qué?, no lo sé. Quizás, porque habitamos en un mundo dónde nuestro orgullo gana, porque sabemos de sobras, que nuestros semejantes, no escuchan.

Todos sabemos perfectamente, que nuestro miedo existe, y que sin embargo, intentamos aparentar dureza y valentía.

Todos admitimos en nuestra soledad más profunda, que sentimos y que necesitamos amar, pero aún siendo así, afirmamos a los demás, ser muy crueles con los sentimientos, no necesitar a nadie y despreciar a los sensibles y a los que son románticos y sinceros en su amor.

Todos nosotros comprendemos, que nuestra felicidad la hemos de pagar, y sin saber por qué, aseguramos que ya somos felices.

Todos sabemos perfectamente, que mantenemos una imagen falsa, que mentimos sin razón ante unas emociones que son ¡tan necesarias para continuar con nuestra existencia!.

Y sin embargo, le quitamos valor ante los demás, cuando sabemos perfectamente, que sentir es necesario… inevitable, aunque nos aferremos al “no”.

Texto incluido en el libro «Pensamientos de la noche». Registrado en la Propiedad Intelectual.